En Sin tiempo para morir, Bond se ha retirado del servicio como agente en activo y disfruta de una tranquila vida en Jamaica. Pero sus días de paz acaban cuando su viejo amigo Felix Leiter de la CIA aparece pidiéndole ayuda. La misión en cuestión, que consiste en rescatar a un científico secuestrado, resulta mucho más compleja de lo esperado y pone a Bond sobre la pista de un misterioso villano armado con peligrosa tecnología de vanguardia.