Se acerca el verano, lo que supone el final de las clases y los últimos exámenes, pero Aina sólo tiene una cosa en la cabeza: a Pol, su primer amor. Aina es demasiado reservada para dar el paso y pasa los días esperando que sea Pol el que se atreva. Pero ese día nunca llega. Al ver que el tiempo pasa y que el chico no responde, Aina está dispuesta a todo para llamar su atención. Por ello deja a un lado los estudios, acude a todas las fiestas y, sobre todo, vive rodeada de música y poesía mientras espera que ocurra lo que desea.